Lo estoy siguiendo y de repente me siento como una loca al volante, yo no debería seguirlo, ¿verdad?. Esto no está bien. Pero si no se da cuenta, ¿qué tiene de malo?, no, no. Mejor daré la vuelta en el siguiente semáforo y me regreso. Suena mi celular. Miro y es mi novio. Decido contestar mientras sigo manejando, si voy despacio no pasa nada.
¿bueno?, hola amor, ¿qué pasa?… ¿En la oficina? Ok no te preocupes, ¿y a qué hora pasas por mí? Bien, está bien. Yo estoy manejado a mi casa. Sí, yo también te quiero. Sale bye. Cuelgo.
Mmm ¡a la chingada si estoy loca! Lo voy a seguir. Pero ¿cuántos carros debería dejar de distancia entre él y yo? Ay Dios mío, esto no es como en Netflix, seguir a alguien es demasiado difícil.
Sigue leyendo ¿Esto cuenta como infidelidad?