Fui a la librería Gonvill a comprar un libro de Stephen King que no encontraba en Amazon, raro pero cierto. Y mientras paseaba en los pasillos para ver qué más se me pegaba, noté que éste libro que les voy a spoilear tenía la etiqueta del número uno, es decir: el más vendido.
Lo compré porque es el más vendido.
No me gustó.
El principal problema que encontré es que la protagonista no tiene un perfil de personalidad creíble, parecía una muy mala actuación de película. Yo no pude creerle. Desde ahí inicié la lectura desconectada.
A lo mejor Matt Haig nunca ha vivido la situación en la que puso a su protagonista, porque querer suicidarse no es algo que se te ocurre de pronto, solo porque tuviste un mal día. Porque eso le pasa a Nora, la protagonista, tiene un mal día y de pronto decide morir. Y lo peor es que tienes que leer todo el libro para “descubrir” que no fue una decisión arrebatada, sino que la pobre mujer ha ido por la vida tomando las peores decisiones posibles para alguien tan especial como ella; especial porque resulta que pudo ser una medallista olímpica, o una científica importante, o un ídolo de la música, y cuanta cosa más, solo si ella hubiera querido. Pero supuestamente nunca quiso, y por eso es una mortal como cualquiera de nosotros.
No Matt…. esa idea de que podemos ser lo que queramos, siempre y cuando nos lo propongamos, viene enraizada de un positivismo tóxico: la realidad es que no todos podemos ser lo que queramos.
Pero bueno, Nora es super dotada, ella sí pudo ser infinidad de cosas, porque además en su vida tenía al alcance todas esas posibilidades, las cuales rechazó. Otro agujero del personaje: ¿por qué las rechazó? Nunca se profundiza lo suficiente para respaldar porque lo hizo. Nos mete tan pronto en su máquina del tiempo que su protagonista no llega a convencer, ni a agradar, ni podemos empatizar y ya menos justificarla. Simplemente no da.
Y luego Nora, como estudió filosofía, se pone a decirnos un montón de frases filosóficas que tal o cual persona dijo. De pronto parece que se hubieran forzado las frases, como tratando de motivar al lector a subrayar, o mejor aún, de tomarle foto y subirla a su insta. Eso también me desagradó mucho, las reflexiones del personaje, citando a filósofos mientras hace una especie de proceso de autoayuda. Falso y forzado.
Lo que me pareció rescatable es el planteamiento de poder ver qué hubiera pasado si hubiéramos hecho algo diferente. Porque de hubieras estamos llenos todos, y también de arrepentimientos. El fondo de la Biblioteca de la Medianoche es que Nora pudo dar un vistazo a las vidas que hubiera podido tener de haber hecho algo diferente. Ahí todo bien, pero no bajado del todo bien. Me deja como “mmm, ok… bueno, ¿y qué más?”. Creo que Matt no llega a sacarle el juguito a toda su naranja.
Pero incluso, este planteamiento no es original, al menos lo hemos visto en el cine. Puedo recordar tres películas: “Si yo hubiera, con Gwyneth Paltrow”, “Cuestión de tiempo, con Rachel McAdams”, o la de “Click, con Adam Sandler”.
Lo que quiero decir es que la carnita de este libro, es un tema que ya ha sido abordado de diferentes formas. Y no digo que esté mal agarrar una idea y darle tu propia visión, pero la visión de Matt me parece que no terminó de cuajar, y eso lo veo reflejado en la construcción de su protagonista, o a lo mejor en la prisa por abordar la trama. Seguramente un experto sabrá mejor que yo, qué es lo que falla en ésta novela.
Y a pesar de eso es la más vendida… pero ¿por qué? Pudiera ser porque es una historia que va rápido, sientes que avanzas por la trama con buen ritmo. También pudiera ser porque es suuuuper ligera, una lectura muy fácil, y claro, que aborda el sueño guajiro generacional como si fuera novela motivacional: que tú puedes ser lo que quieras ser, solo si te lo propones. También puede ser que lo están comprando los jóvenes que todavía no son tan adultos.
Pero bueno… al final veo que no saqué tantos spoilers como pensé. Así que si llegaste a leerme hasta aquí, aún tienes la oportunidad de leer la novela por tu parte y crearte tu propia opinión. Al fin y al cabo que yo no soy una brújula de los mejores libros ni mucho menos, y después de todo tanta gente comprando este libro no pueden estar equivocados ¿verdad?
Coincidimos, coincidimos. No sabemos si es la premisa la que falla, o la premisa es buena pero la forma de desarrollarla es anodina, o todo el mundo debe estar fatal para que esta historia sea un éxito editorial. Sea como sea, coincidimos: una lectura sin más.
¡Un saludo!
Se siente un no sé qué de no sé cómo leerte, a veces dudo de mi misma y de las conclusiones a las que llego, como si no hubiera visto o tomado en cuenta algo… por eso leer que ya somos dos me da ese gusto de no saberme tan perdida. Gracias por pasarte a leer, saludos!
Debemos ser bastantes más los que no entendemos la fama de este libro, pero al tener enfrente tal tropel de lectores entusiasmados con dicha lectura concluimos que debe ser cosa solo nuestra y guardamos silencio.
Pero bueno: para gustos, colores.
¡Un saludo!