Necesitamos mujeres en todas las esferas profesionales, y sobre todo en los espacios públicos, sin embargo hay pocas, y no es porque no quieran, sino porque como todo en la vida hay que sembrarlas para tener cosecha.
Esas pocas mujeres son semillas pioneras sembradas por nadie. Ellas mismas se hicieron así mismas, no son cosecha de ningún sistema educativo, ni de políticos promulgando igualdad de género y mucho menos de una cultura igualitaria. Son mujeres que contra todo pronóstico, lograron llegar a esas esferas publicas y privadas que históricamente han sido dominadas por hombres. El único mérito es para ellas.
Si queremos tener el mismo número de mujeres y hombres en todos esos espacios públicos y privados, entonces necesitamos sembrar semillas de hombres y mujeres que crezcan en terrenos de equidad,
Si hoy hay pocas mujeres astronautas, no es porque haya pocas mujeres que quisieron serlo, sino porque la gente del pasado sembró esas semillas de hombres y mujeres en terrenos de desigualdad: a ellos les dieron cohetes y a ellas les arrimaron muñecas. Y si hoy nos hacen falta mujeres en los espacios políticos es exactamente por lo mismo, porque a ellos los alentaron a hablar y a defenderse, mientras que a ellas les inculcaron guardar silencio.
Es decir, las mujeres adultas y los hombres adultos de hoy, son semillas que germinaron en una cultura que claramente no era (porque aún no lo es) equitativa para hombres y mujeres. Era de esperarse que la mayoría eligiera ser lo que les dijeron que fueran.
Necesitamos mujeres en todos los ámbitos, y para que eso suceda necesitamos sembrar semillas de hombres y mujeres en un terreno de equidad. Pero eso era para ayer. Es que ya vamos tarde.
Hoy, tener un puesto de hombre es un camino difícil para una mujer, porque ambos ya fueron cosechados en la desigualdad. Es que todavía no tenemos cosecha de hombres y mujeres educados en la equidad.
Mi generación, por ejemplo, somos cosecha en la desigualdad. Aplaudo y admiro a todas las mujeres de mi generación que están rompiendo los límites que nos impusieron cuando estábamos creciendo, porque gracias a su propio mérito será más fácil para todas las demás pasar esos límites, y sobre todo allanan el camino para las generaciones que vienen atrás de nosotras.
Pero quiero insistir en esto: que haya mujeres en espacios políticos es por su propio mérito, no por la cultura ni porque ya no existe un sistema patriarcal. Porque es super evidente que como sociedad aún estamos averiguando cómo crear terrenos de equidad.
Buenísimo!!!!😍
Julieta, te veo a tope con el feminismo y ¡me encanta!