Dime de que presumes y te diré de qué careces. Por eso te presumo sin culpa, porque no eres mío.
Finjo que no estoy enamorada de ti solo para entrar en tu juego: ese donde puedo textearte a las dos de la mañana o compartirte un meme que te hará reír, contarte de mi prima que me odia o enviarte el descuento de la licuadora que falta en tu cocina.
Carezco de una relación seria—sea lo que sea que eso significa—, porque me dijiste que no estás listo para una. Ya no me importan los títulos de boomers. Tú y yo somos y eso me basta… por ahora.
Me has invitado a los cumpleaños y a las bodas de tu familia. Cuando te preguntan sobre nosotros yo soy rápida para decirles que “soy tu más uno“, y todos ríen de la broma. Y tú también ríes, y me regalas esa mirada que me hace sentir que vamos bien.
A veces dejas de escribirme una o dos semanas, y una ocasión dejamos de hablar por un mes. Tú me contaste que otras mujeres te enfadaron porque querían estar en contacto contigo más de lo que tú querías. Y entendí. Así es tu juego y así acepté a jugar.
Te presumo con mis amigas y les cuento de tus aficiones: que te gustan los deportes extremos, que te lanzas de paracaídas y surfeas cada quince días, que eres abogado de los buenos, de los justos. Pero son cosas que tú no sabes, porque perdería si acaso te hago sentir que eres un poquito mío.
Por eso publicas en tus historias que estas de camping en la playa con @coquetalau o en el antro con @Vanessachic, para que yo sepa que tú y yo no somos nada más que amigos. Mientras yo ordeno mi casa y pongo sábanas limpias, porque después de todo no podrás evitar volver a mí: a mis brazos relajantes y mis labios que no preguntan, a la calma de mis caricias y al placer en mi entrepierna.
No te tengo, aunque hace mucho que soy tuya. Esta no es una relación seria.
Hacemos planes para el fin de semana y nos hemos arriesgado a comprar boletos de avión con un año de anticipación. Jamás me atrevería a decirte que mi corazón brinca con cada tiempo comprado a tu lado.
Algún día estarás listo para tener una relación seria —sea lo que sea que eso significa—, y no importa si pasan otros dos años, yo estaré aquí para decirte que sí.
Mientras déjame presumirte, porque tú no eres mío.
Qué complicada y bellas son las relaciones de pareja, así como ese periodo de dudas enredadas en ilusiones. Un placer leerte, compañera. Un fuerte abrazo, adelante!
Y más cuando uno jala para un lado y el otro, para el otro. Gracias por pasarte Rafalé, y si haces ese tweet me dices, jajaja.