Sueño todas las noches

Cuando estoy recordando mis sueños siempre les faltan partes, porque empiezan en medio de algo que no entiendo, y se siguen con una serie de eventos inconexos. Como el otro día que soñé que estaba en medio de una guerra, con tanques y bombas y todo. Estaba ahí detrás de un muro y tenía mucho miedo, pero yo era un soldado y tenía que pelear.

Tengo este otro sueño que recuerdo muy bien, porque me sigue intrigando que no sé de dónde salieron las ideas y las imágenes, porque ni he visto nada igual en Netflix ni he leído nada al respecto, y pues tampoco lo pensé antes.

Iba en caminando en una caravana, estaba entre gente que iban vestidos como indios y me queda claro que no estaba soñando con el presente. Estas personas traían cosas cargando, unos traían palos con decoraciones en las puntas, como con arreglos de telas y plumas. Ibamos caminando sobre tierra seca y piedras sueltas, los veía gritando y diciendo cosas, como cantando.

En la hilera que formaba la caravana iban personas heridas y veía que eran llevadas por otros. No vi de cerca las heridas de esas personas, pero en mi sueño sabía que llevábamos heridos. También vi que yo era una especie de persona que ayuda, no sé bien cómo, solo sentía como una especie de carga porque debía dar ayuda. Cuando llegamos al lugar al que nos dirigíamos, sentí que yo no era de ahí porque no conocía a dónde habíamos llegado y tuve la sensación de mirar bien por dónde iba para no perderme.

Luego pude verme bien y yo era un hombre (En todo el sueño no me había fijado que yo no era yo, ósea Julieta, pero siempre sentí en el sueño que era yo. Solo cuando despierto y pienso lo que soñé es cuando me saca de onda saber que me soñé como hombre) Llegué a una casa y en el sueño sé que ahí me voy a quedar. No sé como, pero sé que me debo quedar a esperar. Me siento en un cuarto con piso de tierra, mirando a una ventana rectangular; la ventana no tiende ni cristal ni cortinas y se puede ver a la gente afuera.

Luego sé que estoy esperando a que llegue una persona, le voy a dar mi ayuda y esa persona venía en la caravana. De repente llega alguien y me dice que la persona no viene y me da un papel con un mensaje. Abrí el papel y decía que fuera a donde él estaba cuando yo quisiera.

Recuerdo que no me importó tanto que no viniera, porque yo le iba a ayudar y pensaba que si de verdad quería mi ayuda entonces habría venido. Luego volteo atrás de mi y veo que mi esposo está sentado detrás de mi (cabe aclarar que sé que era él pero físicamente no era él), a mi derecha. Volteaba y le decía "ves que no le importa". Pensaba que yo no quería salir a buscar a esa persona del mensaje porque sabía que me podría perder en ese lugar. Cuando le hablo a mi esposo que está detrás (que no es Carlos físicamente), me doy cuenta que es mi pupilo, como mi aprendiz. Y ahí termina el sueño.

Me da por escribir mis sueños, primero porque disfruto escribirlos y segundo porque son cosas tan raras que no quiero que se me olviden. La mayoría de mis sueños son cosas que disfruto soñar, tengo la facilidad de manipular mis sueños y cualquier cosa que me imagine puedo vivirla mientras me duermo. Pero ese tipo de sueños no los escribo, esos sueños me los quedo porque pienso que son como los deseos de las velitas de tu pastel de cumpleaños, que si los dices luego no se cumplen.

Fin de párrafo.

La cajita es para motivarte a comentar algo