Decepción por el niño Dios

– Hija ya llegó el Niño Dios.
– Dónde, dónde, mamá no veo (!!!)
– Ahí hija, en el árbol está.
– No hay nadie, no lo veo.
– (jaja) Hija son los regalos, el Niño Dios ya se fue.
– ¡Aaah!, y por qué no se quedó.
– Anda dejando los regalos.
– ¡Aaah!, bueno… (cara triste).
– Abre tus regalos.
– Bueeeeno está bien.

Así comenzó mi mañana hoy,  a las 10.30am. Sofia fue abriendo los regalos uno a uno con cara de desconcierto. Luego de abrirlos todos, me vuelve a preguntar que por qué no se quedó el Niño Dios y volví a responderle lo mismo.

Ella pidió un monopatin y además le recibió un par de zapatos-patines, entre otras chucherías.  Así que hoy tuvimos una obligada visita al parque. Después de una hora de estrenar sus dos nuevos juguetes en la pista de patinaje, nos rogó ir a los columpios, así es mi hija, como la niña del comercial de mastercard.

Monopatin mil pesos, patines mil pesos, que tu hija se divierta más horas en los columpios no tiene precio… para todo lo demás está la mastercard del Niño Dios.

Julietajimz

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